Como su padre había tenido cáncer de colon hacía unos años(1), Mr. Ostomer se propuso hacerse una colonoscopia cuando cumpliera los cincuenta. Se lo propuso tan en serio y con tanta fuerza que solo se le fue la pinza dos años y se la hizo a los cincuenta y dos.
Estaba todo perfecto, así que se quedó muy tranquilo. No obstante había oído que había que hacerse esa prueba cada tres años más o menos, así que se emplazó a sus cincuenta y cinco para repetírsela.
Por lo que sea lo hizo a los cincuenta y seis, y entonces sí; entonces le vieron un tumor de unos tres centímetros de diámetro en la cara interior del colon.
Todo sucedió muy de prisa, todo el mundo fue muy diligente, y en un mes Mr. Ostomer se vio así:
¿No lo veis bien aunque cliquéis la imagen? Pues os lo explico yo: Eso rojo es una bolsa de plástico recubierto de un tejido no hostil al tacto. Vamos por partes.
Normalmente, cuando hay un cáncer en el intestino se corta el trozo afectado (se "corta por lo sano", dejando margen por ambos lados para extirpar con seguridad todo lo que podría ser zona contaminada), y se vuelve a unir el tubo, de manera que el paciente acaba con quince o veinte centímetros menos de longitud y eso no le afecta en nada.
Pero algunas veces eso no se puede hacer. En el caso de Mr. Ostomer el tumor apareció a muy pocos centímetros del extremo de salida. Por lo tanto no se podía quitar el segmento afectado y volver a unir la parte sana con el resto. No había resto(2). El segmento afectado era el del borde.
Por lo tanto, una vez amputado ese fragmento (el recto, con ano y todo) el intestino se quedó sin salida, y le tuvieron que hacer una artificial, una salida de emergencia por la barriga. (La cosa es más o menos como si el colon fuera el túnel que hacen en la película La Gran Evasión, que se quedan cortos y salen a la luz antes de alcanzar el punto que querían. Pues este túnel, y ahora no por error, sino por necesidad, se quedó sin llegar al ano y tuvo que asomar por la barriga).
Supongo que los subproductos de la digestión ponen esa misma cara cuando comprueban que salen antes de llegar a donde querían.
El túnel desembocó al exterior unos once centímetros por debajo de su ombligo y unos ocho a su izquierda. (Mr. Ostomer es arquitecto y tiene la deformación mental de medir cosas y hacer replanteos), y tomó la forma de una semiesfera roja, parecida al culo de una ciruela pequeña o de un fresón grande. Es el borde del intestino dado la vuelta como un calcetín y rematado con un buen pespunte alrededor.
Esa media ciruelita, que se llama estoma (boca), es su nuevo culo. (Mr. Ostomer no termina de verle la oportunidad a ese nombre). Y la operación que le hizo el cirujano para extirparle el recto y hacerle ese estoma se llama ostomía. (Tampoco lo pilla: Sería estomía, ¿no?)
Funciona muy bien, pero no tiene esfínter. No hay control. Lo que tiene que salir sale cuando quiere y casi nunca avisa. Todo ello da lugar a divertidas y pintorescas situaciones cuyo relato es el objeto de este blog.
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(1).- Tiempo después a Mr. Ostomer le hicieron un estudio genético y vieron que su cáncer no era hereditario. Su padre tuvo uno y él tuvo otro porque sí, porque tocó. Su padre nunca supo que él lo había tenido, pero seguro que le habría amargado mucho y que de alguna extraña forma se habría sentido culpable. Pues no. Nada de eso. Mr. Ostomer a su vez se quedó muy tranquilo con la confianza de que sus hijos heredarían sus acciones de los Trust industriales, sus minas de diamantes, sus inmuebles y sus cuentas de Suiza, pero no un estúpido cáncer de colon.
(2).- Obsérvese el hábil juego de palabras entre "resto" y "recto".
La diversión algunas veces no me importaría perdérmela. En mi caso la operación fue exactamente igual. Yo creí estar sufriendo en silencio una hemorroides, no era la primera vez que me tenían que operar alguna. Un viaje desde el sur de Málaga hasta Cantabria del tirón con el culo on fire me llevó a la consulta del internista. Unos minutos con el culo en pompa y el hábil dedo del galeno le llevó a decir "éso no es una almorrana, y no es nada bueno". Éso, en una videoconsulta no se hubiera diagnosticado. Colonoscopia urgente, un tumor nivel 3 ahí, al final. Radioterapia, quimio suave (en pastillas) y dos operaciones en cuatro dias, porque después de la primera mis tripas se pararon. Después van como les da la gana, pero van. . Rosalía.
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